lunes, 15 de septiembre de 2008
Mi mundo se puso patas arriba
Dice que odia mis botas, que cuando pueda me las desaparece y se ríe… se acerca y me abraza. No le gusta el arroz pero adora el helado y se pone de mal genio cuando hace mucho calor. Le encanta burlarse de mí, de mi torpeza, de la cara que coloco cuando dibujo. Adora los animales, la naturaleza, ahora tiene una fijación con los peces tenaz, hasta me regalo uno. Me encanta cuando ríe… cuando me acompaña sin decir una palabra. No recuerdo cómo fue que encontré de nuevo a Isa… igual, desde que la conocí, todo alrededor de ella ha sido del otro mundo. Llovía, y nos habíamos quedado de encontrar en el parque de siempre. Estaba nervioso, quería besarla pero no sabía qué hacer, cuando la vi llegar. Estaba emparamada y yo, tenía el corazón en la mano, creo que le pregunte que si cogíamos un taxi hasta mi casa. Sin esperar a que me respondiera, la abrace por la cintura de su pequeño cuerpo y mi beso se comió su respuesta…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Vas a leer un poco de Andrés Caicedo para que no te quede en el mismo tono o en un tono similar, ¿si? Me gustaría que eches una ojeada a autores como Tomás González y a Rubém Fonseca.
Publicar un comentario