Boté por la borda todos sus sueños. Reduje a lo más mínimo su deseo de continuar, despreciando todo lo que ella quiso ser para mí. La existencia me pesa entre el suelo y su llanto, entre su cuerpo y mi desesperación. Me odia, su rostro está marcado. Mis fantasías con ella se sumergen en su mirada perdida. ¿Qué puedo decirle? Me dio su perdón pero su beso no miente.
Me engañó alimentándome de futuros que no han ocurrido, ahogándome entre su piel y enredándome en sus cabellos. Yo me aferro al recuerdo, huyo del presente mientras navego en perfumes y placeres con ella… pero mi mente sigue trenzando sus palabras con las mías y yo en el fondo de un abismo.
Como monarca en agonía la sostengo con miedo a hacerle más daño. La lluvia llega y ella se calma… pero su mirada no es la misma.
viernes, 26 de septiembre de 2008
lunes, 15 de septiembre de 2008
Mi mundo se puso patas arriba
Dice que odia mis botas, que cuando pueda me las desaparece y se ríe… se acerca y me abraza. No le gusta el arroz pero adora el helado y se pone de mal genio cuando hace mucho calor. Le encanta burlarse de mí, de mi torpeza, de la cara que coloco cuando dibujo. Adora los animales, la naturaleza, ahora tiene una fijación con los peces tenaz, hasta me regalo uno. Me encanta cuando ríe… cuando me acompaña sin decir una palabra. No recuerdo cómo fue que encontré de nuevo a Isa… igual, desde que la conocí, todo alrededor de ella ha sido del otro mundo. Llovía, y nos habíamos quedado de encontrar en el parque de siempre. Estaba nervioso, quería besarla pero no sabía qué hacer, cuando la vi llegar. Estaba emparamada y yo, tenía el corazón en la mano, creo que le pregunte que si cogíamos un taxi hasta mi casa. Sin esperar a que me respondiera, la abrace por la cintura de su pequeño cuerpo y mi beso se comió su respuesta…
Pasado de Andrés
Cuando llegaba a la casa siempre tenía la botella de licor en la mano; siempre enfadado sin motivo aparente. Nos mandaba a dormir, pero escuchábamos lo que le hacía a mi madre. Nosotros no entendíamos lo que sucedía en ese momento. A la mañana siguiente se levantaba como si nada. Llenaba su pocillo de tinto con el primero del día, encendía un cigarrillo e iba a trabajar en el taller. Por las tardes era una persona diferente… le gustaba componerme versos y cantarme con el acordeón… yo quise mucho a mi padre. Por el contrario, mi madre siempre tuvo una clara preferencia por Andrés; mi papá decía que ella “se lo iba a tirar”. Cuando él lo perseguía para pegarle, Andrés se le escondía detrás de la falda y ella lo defendía, hasta que mi padre murió a los 39 años. Después de eso, nuestra madre tuvo muchos amores instantáneos, pero ninguno de esos la quiso como para casarse de nuevo. Pasaron los años y Andrés dejó de ser el niño mimado y se convirtió en el adolescente solitario y problemático. A pesar de todo, siempre quisimos ser una familia, pero Andrés no ponía de su parte. Mi mamá una vez lo maldijo cuando lo encontró robando plata de donde la guardaba ella. Sólo fue cuestión de tiempo para que Andrés se fuera de la casa sin mirar atrás.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Maté al fantail...
Ya no recuerdo porque estábamos peleando Isabel y yo. Ella está a un rincón del garaje y yo al otro. Me molestan sus quejidos, su llanto… estoy aturdido, mi cabeza da vueltas y tengo entumecidos los nudillos de mi mano. No se deja ver su rostro, ella está perdida entre su cabello y su llanto. El vino que no terminamos de tomar lo derramé en la pecera del pescado ese que me regaló… y no me dijo nada.
Porqué me provoca?, ella se lo busco, porqué tiene que engañarme?. Ahora, que se vaya!!, que se largue de mi vida... porqué no se levanta del suelo y se va para su casa?…
No se lo digo, no pronuncio palabras, ni siquiera pienso disculparme.
Me quede dormido aquí en el suelo y pensé que se había ido para siempre… Ahora, sin yo darme cuenta, ella se ha acercado a mí y me ha tomado de la mano… ¿Porqué me besas Isa?... pero nunca me respondió.
Porqué me provoca?, ella se lo busco, porqué tiene que engañarme?. Ahora, que se vaya!!, que se largue de mi vida... porqué no se levanta del suelo y se va para su casa?…
No se lo digo, no pronuncio palabras, ni siquiera pienso disculparme.
Me quede dormido aquí en el suelo y pensé que se había ido para siempre… Ahora, sin yo darme cuenta, ella se ha acercado a mí y me ha tomado de la mano… ¿Porqué me besas Isa?... pero nunca me respondió.
Medellín atrás
Hace cuatro años que Andrés se fue de la casa. Dejó Medellín, a su familia y a Laura. Terminó su bachillerato en Santa Librada en Cali y ahora está estudiando arquitectura en la Valle. Talvez pueda cambiarse a diseño, que es lo que realmente le gusta. Después de tanto buscar un lugar para vivir, se instaló en una especie de garaje, el cual dividió con un panel yeso para hacerse una habitación y una zona de trabajo. Al fondo del garaje esta un baño y un lavamanos que hace las veces de lavaplatos; le sigue una cortina que separa de una especie de cocina que cuenta con una mesa, una estufa de gas y una nevera pequeña. Sus dibujos los pegó en el panel yeso y construyó varias lámparas con las botellas de vino que se roba del restaurante donde trabaja como mesero en las noches.
A veces Laura lo llama, pero nunca le contesta. De la universidad a la casa, Andrés se la pasa solo, pensando, dibujando. Cuando llega del trabajo enciende el porro de la semana y se pone a pensar en Isabel, mientras mira los colores de sus lámparas de cristal. A pesar del tiempo, no la ha podido olvidar.
A veces Laura lo llama, pero nunca le contesta. De la universidad a la casa, Andrés se la pasa solo, pensando, dibujando. Cuando llega del trabajo enciende el porro de la semana y se pone a pensar en Isabel, mientras mira los colores de sus lámparas de cristal. A pesar del tiempo, no la ha podido olvidar.
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