Se llama Isabel

Hace rato que me le escondo a Laura, ya me mamó talvez. Antes me duro la vaina con ella, igual, todo debe acabar. Mis noches ahora son más calmadas sin esta niña, aunque a veces el silencio se interrumpe con el timbre del celular. Generalmente es Laura, rogándome que vuelva y amenazándome con suicidios que ni ella se los cree. En fin. Si me hace falta tirar, la buscaré… sé que no podrá pereque. Igual ahora estoy en mi cuento con el comic y no tengo tiempo para hacerme el que le escucha sus cuentos.

Otra cosa es que ayer conocí a una vieja y no me la he podido sacar de la cabeza, no sé porque. Se llama Isabel y parece pirobita, malcriada, yo que se… no creo que tenga tema de que hablar con ella pero me intriga su mirada, es una mamacita. La conocí una noche que me estaba fumando un porro y me encontré con un viejo amigo de la cuadra por donde vivía… intenté pasar de largo porque el man estaba en su cuento, pero me reconoció y me invito a tomar algo, no quise demórame mucho pero cuando me di cuenta, estaba en un sofá sentado al lado de ella. Intentaba hacerme el loco pero en realidad no dejaba de verla. Su cabello olía como a vainilla o algo así, yo me sentía un idiota, tal vez era mi estado. Ella me preguntó cosas y yo no sé qué le respondí o si le respondí. Mi amigo me dio el teléfono de ella y su nombre... si no fuera por eso no recordaría nada, igual tengo su rostro metido en mi mente.

Laura dice:

Andrés… Andrés es mi novio, llevamos un año y algo, pero lo adoro, no me habla mucho, pero si me escucha... bueno, algunas veces, lo que pasa es que es un artista, es muy creativo, siempre esta perdido entre sus dibujos y en verdad es muy talentoso. Lástima que es perezoso para trabajar, sino podríamos irnos de paseo a la playa o a cualquier lado... podría tener plata para darme regalos, creo que por eso no es detallista conmigo, peor la verdad no importa, siempre que lo llamo me busca y eso es lo que importa. Yo no podría trabajar, todavía estoy estudiando en el cole porque me ha dado duro trigo y bueno… amo a Andrés, me encanta su manera descomplicada de ser, nunca me pone problema por nada y cuando le peleo por algo, siempre lo arreglamos en la cama… eso me encanta!! ajajaja.

El diario atrasado de Andrés

Yo no huyo, no soy cobarde. Siempre estoy listo, nunca dejo esperar lo que quiero. Soy práctico, eso es lo que soy, no le debo nada a nadie, y si me tropiezo, me levanto y sigo adelante. A que le temo? A la soledad? Nada, antes me siento bien con ella… es más, me fastidian las personas, las personas las relaciono con basura. Odio la muchedumbre, prefiero estar solo. Desde hace tiempo vivo solo, y me he acostumbrado a mi espacio; por eso no aguantaría convivir con alguien, incluso me molesta mi familia, me molesta que lleguen sin avisar. Tengo la maleta lista, no necesito mucho para dejar todo atrás. Puedo estar y no estar... Ya no me interesa nada, ya el pasado no lo llevo conmigo.

Voy a la casa de Laura porque me lo pidió. No recuerdo bien cuanto tiempo llevamos con esta absurda relación . Ella es obsesiva, siempre dice que no la escucho… la verdad no me importa. A veces siento que no la conozco pero ella dice que me ama. No se para que me necesita, igual siempre terminamos en la cama; ella desfogando su ira contra mi y yo... cubriendo una necesidad básica. Si existe un sentimiento por parte de ella, no importa, es una ninfómana y eso es lo único que quiero de ella, Laura lo sabe... y si no es así, pues será dejarla. Son las diez de la noche, Laura me abre la puerta y su boca me recibe abierta de deseo sin dejarme pronunciar una palabra, igual no vine a hablar. Una maya negra cubre su cuerpo y el olor de su pelo la delata. El reloj da una vuelta entera, estoy despierto desde que la escuche vomitar en el baño, ojalá no sea nada raro. Debo irme antes de llegar tarde a clase y antes que se despierte su abuela.

Samanta escribe...